miércoles, 28 de octubre de 2009

Humanos derechos

Esta semana la discución para elegir al nuevo ombudsman nacional ha tomado un interesante camino, pues se evalúan las diferentes visiones de quienes aspiran a presidir la CNDH. Más allá de las filias o fobias que pueda tener, como cualquier otro ciudaddano, creo que esta Comisión debe estar encabezada no por un político cualquiera sino por un verdadero defensor de los derechos de los mexicanos en todos los ámbitos.

La situación de inseguridad, mal gobierno, dañada economía y todo lo que acompaña a nuestro entorno actual en que el Estado de Derecho brilla por su ausencia, es cultivo fértil para que surjan el encono y la frustración de un pueblo cada vez más vapuleado y vejado. Pueden emerger en forma de manifestaciones sociales diversas, desde las polémicas marchas, hasta expresiones mediáticas, culturales, e incluso violentas, por activistas que pretendan hacerse escuchar dentro del ruido que los políticos alientan para opacar las voces de la sociedad. En este terreno, no se requiere de mucho para que el miedo a perder el poder, haga que el aparato represivo exceda sus límites y que los derechos de la gente sean violados.

Además, el nuevo comisionado de los derechos humanos, tendrá que trabajar en distintos frentes, desde la equidad de género hasta el derecho a la educación y la alimentación, pasando por el derecho a la libertad, a la seguridad y a la propia vida, y será sumamente cuestionado en su trabajo, por lo que debe asegurarse de tener los pantalones o las faldas bien puestos, y que los derechos humanos sean vigilados por humanos muy derechos.